La creación de un perfume es realmente un arte, desde la antigüedad el hombre utilizó las plantas de su entorno para extraer de ellas sus esencias aromáticas y resinas.
La figura del perfumista tuvo épocas de gran relevancia y evolucionó hasta la actualidad, al igual que evolucionaron los perfumes, pasando de ser un lujo, solo al alcance de las clases más altas, a convertirse en un producto de uso cotidiano en nuestros días, estando presentes en la totalidad de los productos de higiene y cosmética en todos los hogares.
La creación de una sinergia para uso en jabones naturales artesanos es un poco más compleja que la realización de un perfume con base en alcohol o en aceite vegetal. También, es más complicado que dotar de aroma una crema o loción corporal.
He de decir que los Aceites Esenciales además de dar olor a las pastillas, tienen la finalidad o el cometido de sumar sus propiedades terapéuticas al jabón, permitiendo que podamos dotar de intención específica, cuando queremos tratar una afección concreta de la piel.
La utilización de aceites esenciales incrementa mucho el coste de un jabón, se necesita entre el 2% y 4% del peso de los aceites vegetales, siendo esta, la principal causa para que muchas personas se decanten por el uso de fragancias sintéticas.
Para perfumar un jabón existen infinidad de fragancias cuya utilización cosmética natural está aceptada. Éstas permiten la obtención de aromas que de manera natural no puedes lograr, como el olor a manzana, fresa, brisa marina, sandía, algodón, chuches... Incluso, tienes “olores” de productos comerciales conocidos como el “Heno de Pravia”.
Además, imitan el olor de aceites esenciales o absolutos que por su elevado coste no se incluyen en fórmulas de jabones, por ejemplo: Rosa Damascena, Violeta, Azahar, Jazmín, etc. Estas fragancias al ser sintéticas pueden permanecer estables sin cambios de intensidad en su olor, por meses, incluso me atrevería a decir años.
El verdadero reto está en perfumar un jabón partiendo de sustancias naturales como son los Aceites Esenciales o Esencias Aromáticas en el caso de los cítricos. Encontrar la sinergia capaz de soportar la alcalinidad de nuestra masa jabonosa y conseguir que permanezca en nuestras pastillas de jabón, por un espacio de tiempo más o menos largo, es una ardua tarea.
Considero que una sinergia funciona, cuando una vez curado el jabón, la misma, evoluciona con los meses y se mantiene en la pastilla, lógicamente hay una pérdida de intensidad con el tiempo, porque esa cualidad está presente en los aceites esenciales, por eso se dice de ellos, que son “partículas aromáticas volátiles”.
*Aceites con un olor fuerte como el Neem son difíciles de enmascarar por lo que, has de conseguir integrarlos en tu sinergia.
*Si la fórmula contiene oleatos, hidrolatos o infusiones también aportarán su olor, esto lo podemos usar a nuestro favor.
*Has de saber que hay olores que combinan bien entre sí, conocerlos te ayudará a conseguir sinergias más agradables.
*Si la fórmula tiene ingredientes como el aceite de jojoba, la cera de abejas o las arcillas te ayudarán a atrapar las moléculas olorosas y actuarán como fijador, consiguiendo que el aroma perdure más tiempo en la pastilla.
Al igual que haríamos con un perfume, debemos incluir notas bajas, medias y altas.
Hay aceites esenciales como lavanda, cedro, geranio, romero, eucalipto, salvia, árbol de té, lemongrass, ylang-ylang, litsea cubeba etc. que se mantienen estables mucho tiempo y combinados entre sí, ayudan a crear sinergias olorosas que perduran en la pastilla.
La utilización del aceite esencial de Patchouli como base para fijar los demás aceites también funciona a la hora de estabilizar y dar durabilidad a ese perfume en el jabón.
Importante: si el jabón va destinado a un recién nacido mejor prescindir de los aceites esenciales, y por supuesto de fragancias cosméticas, para evitar una reacción alérgica. A partir de los tres meses podríamos incluir 1% del total de aceites vegetales de Aceite Esencial de lavanda.
El uso de aceites esenciales nos ayuda a conectar con el alquimista que vive en nosotros, fomenta la creatividad, permite realizar sinergias que recuerden a una estación determinada, a una época del año concreta como puede ser la Navidad, también puedes recrear el perfume de un bosque en otoño o el despertar a la vida en primavera, es como abrir la ventana con los primeros rayos del alba y oler las notas que te llegan de árboles, de flores, de la hierba cubierta de rocío….
Quiero compartir contigo algunos truquitos que pueden llevarte a crear ese perfume que te haga viajar en el tiempo y el espacio, una información que te ayude a elegir las gotitas aromáticas en función de lo que quieras lograr…
Si quieres que entre la primavera puedes elegir:
Florales (Geranio, Lavanda- Ylang-Ylang)
Herbales (Lemongrass, Mejorana, Salvia, Tomillo)
En verano necesitamos el frescor que podemos lograr con:
Cítricos: (Limón- Bergamota - Petitgrain)
Herbales: (Litsea cubeba, Laurel, Albahaca, Menta Piperita, Romero, Eucalipto, Árbol de Té)
En otoño llegan los ocres y buscamos calidez:
Florales: (Ylang -Ylang)
Herbales: (Hinojo dulce, Laurel)
Amaderados o resinoides: (Cedro, Canela, Incienso, Patchouli)
En invierno queremos arrope, abrazos, luz y alegría:
Florales: (Lavanda, Lavandín)
Cítricos: (Naranja, Bergamota, Mandarina)
Amaderados /Resinas: (Cedro, Canela, Mirra, Incienso, Sándalo)
Herbales: (Romero, Hinojo dulce)
Con las ideas que te aporté solo me resta preguntarte ¿A qué olerá tu siguiente jabón?
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