Las mantecas, más que una grasa
Las mantecas se obtienen por presión mecánica de sus frutos. A la hora de adquirirlos, evitaremos las mantecas refinadas, ya que han perdido su parte insaponificable y nos interesa obtener todas sus propiedades, para enriquecer nuestros cosméticos.
Su composición es muy parecida a los aceites vegetales, la diferencia es en su textura, que son sólidas y las podemos encontrar desde sólidas hasta pastosa, dependiendo de su composición.
En cosmética, evitarán la deshidratación de la piel y nos aportarán consistencia y textura a nuestros cosméticos
Las más conocidas son las de cacao y karité, pero podemos encontrar alguna más.
Manteca de karité – Butyrospermum parkii
Restaura la elasticidad de la piel
Al ser oclusiva, mantiene la hidratación de la piel
Emoliente
Manteca de cacao – Theobroma cacao
Nutre la piel en profundidad
Gran emoliente
Acondicionadora
Manteca de Mango – Mangiferina indica
Gran emoliente
Mejor la elasticidad de la piel
Manteca de Murumuru – Astrocaryum murumuru
Emoliente y nutritiva
Manteca de cupuaçu – teobroma grandiflorum
Gran emoliente
Te invito a que pruebes a aplicarte la manteca directamente en el cuerpo, para observar la sensación que deja en tu piel y así elegir la que más te guste.
Un abrazo
Esther Naharro
Profesora de cosmética Natural en Amaris Natural