Flores de Bach y Aromaterapia, el duo perfecto.
Las Flores de Bach, los niños, cuando vienen a consulta las definen como: "Esas flores mágicas porque no huelen, pero me hacen estar bien… "
En realidad, son un sistema terapéutico natural vibracional que actúa en los niveles más sutiles de la persona invisibles al ojo humano, transformando las emociones negativas en positivas devolviendo al individuo paz y equilibrio.
En sí, son extractos de una serie de flores que tienen capacidad de influenciar en los estados mentales-emocionales causantes de la enfermedad.
Las esencias florales se basan en la capacidad del agua para almacenar las energías vibracionales de las flores, pudiendo modificar los desequilibrios celulares del cuerpo físico.
Siempre me han acompañado desde entonces… Sentía que los tratamientos eran muy efectivos, pero se alargaban mucho en el tiempo. Quizá mi parte “Impatiens” (la flor de la impaciencia), hablaba entonces, pero sentía que quizás habría algo que pudiera acelerar, que pudiera ser más rápido a nivel emocional que las flores.
En esa búsqueda descubrí la aromaterapia y debo decir que me enamoré del todo de ella, ya había tenido algunos aceites cuando estudié reflexología podal, pero no había profundizado en ella… Fue un antes y un después cuando topé con la acción emocional de los aceites esenciales… ¿Cómo podía ser qué en tal sólo segundos o minutos se pudiera modificar nuestra emoción con tan solo oler? Estaba fascinada. Tanto, que me centré durante años en esta área de las terapias naturales.
Poco a poco fui descubriendo características emocionales parecidas entre los aceites y las flores de Bach, y ahí me di cuanta que quizá se podían unir. Si por separado ambos tenían capacidad de equilibrio emocional pues unidos podía ser extraordinario.
Un abrazo aromático