Velas para masaje
Una alternativa especial
Es una vela especial, no sólo te servirá para ambientar nuestro hogar o nuestra consulta con su luz y con el aroma que hayamos escogido, sino que podremos aplicarla en nuestra piel, sin quemarnos, ya que está hecha con una cera de punto bajo de fusión (imprescindible para no dañar nuestra piel).
Es perfecta para masaje, al aplicarla en caliente, facilita la penetración de los activos que hayamos incluido y ayuda a la relajación de la persona que lo recibe.
Espacio para el masaje
Todo masaje relajante va acompañado de un buen ambiente, espacio que invita a olvidarse de todo. Buscaremos un lugar tranquilo, donde no nos molesten. Apagaremos teléfonos, sabiendo que este ratito es para nosotros. No hay prisa, ni tiempo, nos dejaremos llevar, sin forzar nada.
Espacio cálido, con una temperatura agradable. La luz será tenue, podemos utilizar una lámpara de fondo o encender unas velas, incluso puedes poner un aroma sutil, para que la persona se sienta cómoda. También podemos acompañar con música relajante, sin letra, para que no se despiste, con un volumen muy bajo.
Tanto la persona que lo da como la que lo recibe, tiene que estar cómoda, se puede utilizar un futón en el suelo o una camilla.
¿Cómo daremos el masaje?
Enciende la vela y que la persona que va a recibir el masaje la huela, le tiene que gustar el aroma, si no le gusta, puedes arruinar el masaje. ¿Te imaginas que le untas el cuerpo con un aroma que no le gusta?, seguro que es incapaz de relajarse. Lo mejor es que tengas varias velas con diferentes aromas y que la persona elija el que más le guste.Antes de empezar, prepara todo y ten cerca, una manta o sábana para tapar a la persona, un poco de aceite vegetal u otra vela por si no tuviéramos suficiente, un poco de papel y todo lo que creas que puedas necesitar.
Una vez empezado el masaje, evitaremos levantar las dos manos del cuerpo, si necesitamos coger algo, lo haremos con una mano, para que no note que la hemos dejado sola.
Lo más importante es que los dos estéis cómodos. Déjate llevar, se trata de relajarse, haremos caricias suaves, por todo el cuerpo, despacio, sin prisas. Tu intuición te guiará si tienes que estar más o menos tiempo en una zona.Encendemos la vela y empezamos. Lo mejor es avisar que vas a empezar con el masaje.
Pon tu mano sobre la parte del cuerpo que vayas a masajear y echa un poco sobre tu mano, así verás que tiene una temperatura agradable, empezarás a deslizar la mano por la piel, aprovechando el aceite de la vela.
No ejerzas ninguna presión, que sea algo sutil, la vela caliente, hará que tus manos se deslicen fácilmente.
No se trata de saber o no saber dar un masaje, se trata de disfrutar, de dejarse llevar, de acariciar y dar nuestro amor a la persona que lo está recibiendo, porque seguro que lo nota.
Deja la vela encendida cerca de ti y continúa con el masaje, hasta que la vuelvas a necesitar.
Una vez acabada una zona, cúbrela con una sábana o manta, para que no tenga frío, que esté cómoda y continúa con otra parte del cuerpo.