Propiedades del vino en un jabón natural
Estamos en la época del año en la que la vendimia y la elaboración del vino cobran protagonismo en España y Europa, cierto que con el cambio climático en algunos lugares se adelantó la recogida.
Imagínate un atardecer con una bonita visión a la puesta del sol, o a un entorno natural, sola o en buena compañía… Abres una botella de vino y te sirves una copa.
Disfrutas el momento alternando conversación con silencios y pequeños sorbos de vino, te recreas en paladear los diferentes matices que le dan ese sabor único y disfrutas de su aroma; dependiendo de la variedad de uva puede ser afrutado (grosellas, fresas, cerezas, moras…) picante, floral, pimienta verde, especias o hierbas medicinales como la manzanilla…
Una vez finalizado el idílico momento aún queda vino en la botella y es ahí cuando la jabonera que habita mi interior decide hacer un Jabón de Vino…
Lo bueno de hacer nuestros jabones naturales artesanos es que podemos experimentar y elegir los ingredientes a utilizar en función de nuestras necesidades, de nuestro gusto personal, de la época del año o de otras circunstancias.
El vino y sus propiedades cosméticas son de sobra conocidas, desde hace unos años florecieron los centros de Vinoterapia, espacios de tratamientos estéticos y relax que están basados en las propiedades del vino y de las uvas.
En productos cosméticos como mascarillas, exfoliantes, cremas es muy utilizado tanto el vino como las uvas, las semillas, los derivados de hojas y sarmientos de la vid.
Su propiedad más destacada es la capacidad antioxidante, esto se debe a la alta concentración de polifenoles como el Resveratrol y los flavonoides.
Las células de nuestra piel por su contacto continuado con los “radicales libres” sufren una mayor oxidación, causando pérdida de colágeno y de elasticidad, lo que se conoce como envejecimiento, de ahí que la uva roja y el vino tinto principalmente, sean grandes aliados para neutralizar los daños provocados y el envejecimiento prematuro.
Algunos expertos aseveran que su acción antioxidante es hasta 30 veces mayor que la vitamina C y unas 50 veces superior a la vitamina E.
Usado en serums, cremas o mascarillas reduce las arrugas, restaura colágeno y promueve formación de elastina, lo que ayuda a mantener la piel más firme, devuelve el brillo en tez apagada, ayuda a combatir acné, etc.
A la hora de hacer un jabón de vino siempre elijo vino tinto y en la fórmula lo acompaño del aceite de pepita de uva.
De la calidad del vino elegido dependerá la calidad y propiedades del jabón, elige un buen vino, asegúrate que sea natural, sin aditivos, mejor aún si es ecológico.
¿Qué nos aporta el vino en un jabón?
Entre los beneficios de usar un jabón elaborado con Vino podemos destacar:
Antioxidante, neutraliza los radicales libres.
Regenera y desintoxica la piel dejándola más oxigenada.
Aporta elasticidad y firmeza.
Hidrata y nutre la piel en profundidad, contribuye a una mayor luminosidad y transparencia.
Es antiséptico y actúa como bactericida.
Además del placer de beber un buen vino, éste se puede convertir en un ingrediente “estrella” a la hora de elaborar un jabón artesano natural con el que cuidar tu piel.
Mi fórmula personal del jabón de vino está indicada para uso facial o corporal en piel madura, seca, desvitalizada…
¿Sabías que el vino precisa una preparación previa para usar en un jabón? Sí, es de esos ingredientes que requieren una transformación antes de usarlos. En el taller online incluido en la oferta formativa de Amaris Natural te explico cómo hacerlo…
Si eres de las personas que hacen jabones habitualmente me encantaría que me respondieras en comentarios a estas preguntas ¿alguna vez hiciste un jabón de Vino? ¿cómo fue el resultado, te gustó? ¿A que olía tu jabón?
Un abrazo jabonoso,
Soledad Álvarez López
Formadora de Amaris Natural