Nuestra piel es nuestra principal barrera, protege nuestro cuerpo de los elementos externos, se va regenerando constantemente, pero hay veces que necesitamos darle un empujón para facilitar la renovación.
La exfoliación deberíamos tenerla muy presente ya que mejora nuestra piel limpiando los poros, rejuveneciendo las células, reduciendo las arrugas, aporta luminosidad, aumenta la circulación, desintoxica la piel y la deja limpia con ello lograremos que el producto que apliquemos después sea más efectivo, porque favorece la absorción de activos.
No siempre podemos realizar exfoliaciones
Es importante evitar la exfoliación en zonas húmedas como axilas, ingles, son zonas que no acumulan células muertas.
Tampoco exfoliaríamos las pieles irritadas, inflamadas, después de tomar el sol, muy sensibles o dañadas, podríamos agravar la situación.
Podemos distinguir entre tres zonas para exfoliar:
El rostro, que necesitará una exfoliación suave
El cuerpo, que también será una exfoliación suave, pero podemos incorporar elementos más exfoliantes dependiendo de la parte del cuerpo
Los pies tienen mayor grosor de piel, donde podemos encontrar gran cantidad de piel muerta. En esta zona, lo primero que deberemos hacer es quitar la piel muerta, porque solo con la exfoliación no vamos a lograr eliminarla y una vez eliminada, podríamos hacer una exfoliación más a menudo, para ir manteniendo los talones a raya, sobre todo en verano, que los pies están más expuestos.
El tamaño de las partículas exfoliantes juegan un papel importante, ya que son las que van a realizar la exfoliación.
Podemos exfoliarnos con polvos, como arcillas, ayurvedas, plantas en polvo…
También podemos hacerlo con plantas, semillas, cortezas.. que dependiendo de como sea su tamaño, será más o menos exfoliantes
Partículas exfoliantes
Arcilla, tierra de diatomeas, piedra pómez, sal, azúcar, cáscara de cítricos, semillas como amapola, chía, avena, plantas trituradas… Todos tienen que ser aptos para nuestra piel.
Tipos de exfoliantes
Según el exfoliante que busquemos, deberemos incluir unas partículas u otras, pero creo que la gran mayoría lo hacemos al revés, según las partículas exfoliantes que tenemos en casa, haremos el exfoliante.
Me refiero a las solubilidades, si incluimos un vehículo en el que sea soluble la partícula exfoliante, el exfoliante perderá fuerza, ya que la partícula tiende a diluirse.
Por ejemplo, si quiero utilizar café en mi exfoliante y le pongo agua, se solubilizará y ya no será efectivo, pero si lo pongo en aceite, al no deshacerse, no pierde la efectividad exfoliante.
Si quiero realizar un exfoliante donde como vehículo quiero utilizar el agua, puedo poner partículas que no sean solubles como plantas, semillas, cáscaras..
Podemos encontrar exfoliantes secos, húmedos, Scrubs, sólidos, en pasta, en crema..
