Es un hasta pronto, no un adiós.
Todavía recuerdo, sentada en un banco del parque, en el año 2018, cuando apareció la imagen de Eva, de pronto en mi móvil ¿Quieres conocer los aceites esenciales?
Fue oírla hablar, con su sonrisa y frescura y algo dentro de mi Despertó.
"Si, quiero. Claro que quiero."
No sabía por qué, ni para qué, pero un llamado que nacía de mi vientre me decía, este camino es para tí.
En cuestión de días estaba dentro de esta escuela, maravillosa, que me aportó conocimiento, mucho conocimiento, acompañamiento y cariño. Me encantaba formar parte de la gran familia aromática.
Ese despertar, me llevó a seguir creciendo como persona, como terapeuta, y como ser espiritual.
Pasados unos años, cuando Eva me abrió las puertas para formar parte de la escuela como profesora de yoga, el corazón no cabía de gozo en mi pecho.
Iba a poder compartir, lo que más me gustaba, con todos vosotros, desde un lugar muy especial para mí, Amaris Natural.
Este tiempo ha sido hermoso, con Eva, con mis compañeras de equipo, con todos vosotros. Y me siento feliz por ello.
Pero el llamado del Alma es como una fuerza, que te impulsa a seguir y seguir hacia delante, atravesando caminos que nunca hubieras imaginado. A veces aparece miedo, otras incertidumbre, pero sabes que detrás de todo eso, siempre hay Bendiciones.
Desde hace unos meses, mi Alma, pide volar. Necesito conocer, explorar, descubrir y desarrollar partes de mi, que buscan salir.
Por todo ello, con dolor en mi corazón, necesito despedirme durante un tiempo de la escuela, de todos vosotros, para poder
saber cuál es mi lugar en el mundo, para descubrir mi misión de vida, reconocer mis dones y ponerlos al servicio de la humanidad, encontrar dirección y desde un lugar interno de mayor enraizamiento y libertad poder volver con las alas abiertas para compartirme desde un lugar más hermoso y auténtico.
Ahora, sólo deseo daros las gracias, a cada una de vosotras por estar ahí, día a día, leyendo nuestros artículos, aprendiendo con nuestras formaciones, creyendo en nosotras.
Deseo dar las gracias a mis compañeras de equipo, almas bellas que semana a semana hemos trabajado desde el corazón, dando siempre lo mejor.
Y por supuesto, deseo dar las gracias a Eva. Una persona ejemplar y especial para mi. Por todas las veces, que me has dado la mano. Por escucharme y comprenderme.
Has creado una escuela preciosa y me siento dichosa de haber formado parte de ella.
Os amo.
Gracias gracias gracias
Marta Morales